El éxito de un buen proceso de diseño

Crear experiencias que emocionen

Todas las buenas experiencias se pueden mejorar. Siempre. Lo sabemos muy bien porque es lo que hacemos. En algo aparentemente tan sencillo como llegar al bar, pedir una cerveza de dispensador y disfrutarla hay mucho detrás. Está el producto, está el servicio y el trato del camarero, está el ambiente del local y está, por supuesto, el dispensador. En todo ello hay diseño. Porque hay diseño en todas partes: en los objetos, en los espacios y también en las experiencias. En este momento tan especial, jugamos un papel muy importante.

En Aplimet e Ideliq creemos, y por experiencia sabemos, que la conexión que se crea en un bar es muy fuerte y las vivencias muy intensas. Y ayudamos a llevarlas aún más lejos con dispensadores personalizados para marcas y locales. Porque un momento especial requiere de una solución especial que, ante todo, muestre tu personalidad: la de tu marca o la de tu bar. Por eso, podemos decir que la experiencia de tomarse una buena cerveza empieza en las manos de quien recoge la cebada y termina en las manos de quien la tira. Pero en medio, y no menos importante, pasa por las manos de nuestros diseñadores.

No vemos los dispensadores como un objeto meramente funcional, un mecanismo que suministra líquido. Vemos los dispensadores como una experiencia en sí misma que transmite emociones concretas. Que hacen sentir lo que queremos que el consumidor sienta, que se queden grabados en su memoria. Y nuestra herramienta para conseguirlo es el diseño. Tanto en nuestros dispensadores estándar como en aquellos 100% personalizados, el diseño es siempre el protagonista. Desde la idea hasta la ejecución final, acompáñanos en un proceso fascinante.

Sed de destacar

Todo empieza con un deseo. Quieres conectar mejor con los consumidores. Para diseñar el dispensador perfecto el primer paso es sumergirnos en tu producto y en tu personalidad, seas una marca o un establecimiento. Entenderte. Porque el objetivo final no es otro que tus valores se vean completamente representados en el dispensador. Diferenciarte de los demás. El dispensador es el gran embajador de una marca porque preside el lugar más importante de un bar: la barra. Es el centro del centro de todo, un icono en el punto de venta. Su mera presencia inunda toda la estancia. A veces llama la atención a gritos y otras destaca por su sutil integración en el conjunto. Las emociones que despierta pueden cambiar en cada situación, pero siempre ocupa un punto de referencia vital en un local. Una oportunidad que no se puede desaprovechar.

Buscando ideas únicas

Satisfacer un deseo o una necesidad requiere ideas. Una vez hemos escuchado, estudiado y entendido las necesidades, el siguiente paso es desarrollar un concepto. Pensar en la idea a transmitir, las emociones que debe provocar y cómo vamos a conseguirlo. Porque el dispensador, como icono que es cuenta una historia, tu historia. Ese concepto se plasma en distintos bocetos que transmiten la esencia que buscamos proponiendo diferentes soluciones. Disponer de varios diseños es tener a tu alcance distintas maneras de contar una misma historia, de forma que puedas elegir la que mejor encaja. Para llegar a este punto de forma satisfactoria es tan importante nuestra experiencia como diseñadores como la colaboración estrecha contigo. La implicación en el proceso siempre enriquece el resultado. Porque no buscamos una solución estándar, buscamos el dispensador que te represente completamente, que sea único. Llevamos esta voluntad de colaboración cada día más allá, y ahora con nuestro nuevo estudio de diseño hemos creado el espacio ideal para potenciarla aún más, poniendo a tu disposición nuestro conocimiento y atención en un lugar donde trabajar conjuntamente.

Hacer realidad una idea

Una idea puede plasmarse de formas muy diferentes. Y todas deben ser realizables. Una vez decidido el diseño más adecuado, el paso del papel (el diseño 3D en este caso) al prototipo es el momento clave. Si la parte creativa se ha desarrollado sin perder de vista la parte técnica, este paso del terreno de las ideas al terreno físico ocurre de forma natural. El diseño final se puede fabricar porque ya se ha tenido en cuenta todo lo necesario. Durante todo el proceso tenemos presentes las especificidades técnicas además de las comunicativas. Puesto que no es solo un objeto decorativo. Debe proveer cada cerveza en el punto óptimo que requiere la marca. Por eso todo el conjunto debe trabajar en ese sentido. Un dispensador representa la marca y como tal, debe cuidar y garantizar una de sus características más relevantes: el sabor del producto.

El prototipo es la primera vez que tu dispensador se puede sentir, tocar. En él se han plasmado las ideas, las formas, los colores, los materiales y todo los aspectos técnicos. Se ha optimizado tanto para la producción masiva como si se trata de un único dispensador para una ocasión especial. Es el primer dispensador completamente acabado. En este punto se han unido la creatividad y la capacidad de fabricación para hacer realidad el producto final. Es el momento de ver que, efectivamente, cuenta la historia que debe contar.

Experiencia e innovación

Para el éxito de todo este proceso, conseguir una personalización única, en Aplimet contamos con elementos diferenciadores. La experiencia tanto en diseño como en fabricación y la voluntad de innovar. Y, por supuesto, la atención a los detalles. Estar al día de las tendencias es importante. Y si además eres capaz de crearlas, estás muy cerca de obtener un proceso único. Tenemos espíritu innovador y nuestra línea Premium es una buena muestra de ello. Unimos las ideas con nuevos formatos y nuevos materiales, y experimentamos con ellos. Todo con un solo objetivo: crear siempre el tirador único que estás buscando. Un proceso completo en el que nuestra capacidad de diseño se une a nuestro conocimiento en fabricación y la versatilidad para adaptarnos a grandes marcas y pequeñas cervezas artesanales. Porque lo importante no es el tamaño y la cantidad a producir, sino captar el espíritu de cada producto. Pensamos que todas las cervezas tienen el mismo derecho a mostrarse como son.

Dar vida a las emociones

Un tirador con un diseño cuidado es atractivo y es útil. Es memorable y es eficiente. Transmite emoción sin perder de vista lo racional. Y va a ayudarte a marcar la diferencia en la barra destacando tu personalidad. Porque construye marca, aumenta ventas y porque es un motivo de orgullo, ya deberías tener tu tirador personalizado. ¿Empezamos hoy a diseñarlo?

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